jueves, julio 09, 2009

Pura contradicción, me dices
y yo te miro, porque en ese justo momento
me apeteces
vuelves a hablar, no me entiendes
y entonces te miro sin saber qué hago ahi
contigo
porque no me atrae nada tu manera de amar.
Enciendo un cigarrillo
te doy justo el tiempo de que se consuma el cigarro
- tu mientras, ignoras que te quedan pocos minutos-
y se cumple el período
un beso rápido y la promesa de que te llamaré.
Cierro la puerta con la convicción de que
no eres para mí.