
Ya no. A veces cierro las puertas de golpe a determinadas personas, pero a cambio les abro una ventana; soy consciente que el paso se hace más estrecho y dificil; es el precio que hay que pagar por jugar conmigo y me vendo barata.
Las nubes viajan por el mundo arrastradas por el viento, en mi caso, a veces me siento arrastrada por las circunstancias; pero esto sólo hace que descubra miles de cosas que aún me quedaban por descubrir.