domingo, octubre 01, 2006


Ha pasado un año y tres meses desde que te fuiste a ese viaje tan largo. A ese lugar al cuál todavía no le he puesto nombre, ni lo necesita, porque todas sabemos lo lejos que pilla. Y es que aún no soy consciente, no soporto la idea de que tu cuerpo esté apresado bajo kilos de tierra, un cuerpo caduco, que no tiene nada que ver con lo que eras.
Y apareces en mis sueños, en mis conversaciones, en la agenda de teléfonos y recuerdo con nitidez esa frase que tanto repetías, y que te iba como anillo al dedo: "Que me quiten lo bailao".

1 comentario:

Condevolney dijo...

El alma, siempre nos quedará el alma, yo creo en la confederación de las almas (todas las almas – Javier Marías), ellas se relacionan siempre, estarán ahí y que las quiten lo bailao. El resto es sexo, tinta y moscas.
Disculpa el atrevimiento

Salud y aire puro.